Le Grand Hotel Mont Dore

Reseña de un crítico de hotel

Tuve una experiencia fabulosa en Le Grand Hotel Mont Dore, un encantador hotel situado justo al lado de las pistas de esquí, perfecto para una escapada invernal con amigos. La renovación del hotel mantiene un equilibrio beautiful entre modernidad y el encanto del siglo XIX, y la cama en nuestra habitación era simplemente celestial, ideal para descansar tras un día de actividades como el esquí o el senderismo. Mathilde, la dueña, fue un verdadero tesoro, siempre dispuesta a ayudarnos y recomendándonos los mejores lugares de la zona. El desayuno buffet era un festín, con opciones caseras que satisficieron hasta mis más exigentes deseos gastronómicos. Además, el acceso a un spa, donde nos relajamos con masajes y aromaterapia, fue como la guinda del pastel después de un ajetreado día. La ubicación es inmejorable, con un servicio de transporte gratuito a las pistas y la ciudad, hacía que todo fuera muy accesible. Sin lugar a dudas, volvería a Le Grand Hotel Mont Dore y lo recomendaría a cualquier amante de la buena estancia y la buena comida. ¡Volveré por más de esa deliciosa hospitalidad!